El hallazgo reciente de un tramo de
muralla que pertenecía oculto como medianera en el edificio concejil viene a
enriquecer los datos que de ella proporcionan los documentos.
En otro solar conocido como “El
Corralón”, también se exhumaron restos que se corresponde con la anterior
descripción y podrían formar parte de la cerca que, en su tramo más oriental,
quiebra ligeramente para orientarse hacia el SE. La cronología de la muralla no
podrá concretarse mientras no se excaven algunos de los tramos que todavía
quedan en pie, formando parte de la fachada y medianería de algunas viviendas.
Su espesor delata su primitiva función defensiva y nos ha permitido elaborar un
intento de restitución de su trazado.


La ausencia de fuentes árabes que
nos ilustren sobre la existencia o no de poblamiento al medieval en Liétor
puede ser parcialmente mitigada, a partir de algunos hallazgos casuales que se
vienen produciendo durante la construcción de nuevos inmuebles. Entre ellos
cabe reseñar las cerámicas recogidas en un desfonde realizado en la “calle
Pilones”, en el que se alcanzo una cota de 2 m., que justifica el hecho de que
hayan aparecido los materiales andalusíes más antiguos descubiertos en Liétor.
El hallazgo cerámico más numeroso
se produjo en el año 1981, tras las tareas de desfonde de “El Corralón”,
situado en el extremo nororiental del casco urbano. Junto a los gruesos muros
de la muralla de la villa. Fueron puestos al descubierto dos pozos contiguos de
sección ovalada, con unas dimensiones aproximadas de 2 m. De profundidad y 1 m.
de diámetro de boca. Excavados en la roca de base, han sido identificados como
silos amortizados de una vivienda andalusí.
A pesar de encontrarse fuera de
contexto arqueológico, los materiales reflejan una cierta homogeneidad. A falta
de un análisis tipológico más preciso, el grueso del conjunto podría ser datado
en los siglos XII y XIII. Su localización en el casco antiguo prueba la
existencia de un habita en dicho periodo.
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