Poco después de la firma del
Tratado de Alcaraz en 1243, el alfoz de Liétor, incluido el asentamiento de
Hijar, paso a depender de la Orden de Santiago, formando parte de la Encomienda
de Socovos.
La donación de Liétor a la Orden
de Santiago marcó profundamente todo su desarrollo histórico hasta el siglo
XIX. Su entrada en el señorío santiaguista se realizó a través de la encomienda
de Socovos, siendo el representante del poder señorial en la villa el
comendador o alcalde y el párroco. El concejo consolidó en el ejercicio del
poder local a un grupo minoritario de vecinos muy ligados al poder
santiaguista.