La Ermita de San Cristóbal, fue una advocación,
protectora en su condición de santo profiláctico de la peste y otras
enfermedades contagiosas y de auxiliador de los viajeros.
Estaba construida sobre un cerro, como es habitual, en
las cercanías de la fuente que hay frente al camino de Hellín, en la salida, al
mismo pasar el puente viejo del Ramblón. Po todo ello, al paraje se le llamó,
los cerros de San Cristóbal.
Se alzó en los primeros años noventa del siglo XV, ya que la visitación
que se realizó en Liétor en noviembre de 1494, los visitadores la hallaron bien obrada e ydificada de poco tiempo aca.
Poseía un altar con retablo pintado en lienzo ya
viejo, estaba representado san Cristóbal y San Blas
Entre 1763 y 1769, se realizaron los arreglos
necesarios, siendo el maestro alarife Juan Guerrero.
La ermita de San Cristóbal no ha llegado a nuestros
días. No hay noticias de cuando desapareció pero a mediados del siglo XIX,
probablemente, ya no existía porque Madoz no la menciona en su diccionario.
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